martes, 5 de febrero de 2013

La tierra de los Dioses y Monstruos.


En la tierra de los Dioses y Monstruos yo era un ángel... viviendo en e jardín de la maldad... estaba confundida y algo asustada, lo tenía todo pero no recuerdo como llegué aquí, rodeada de tanta gente y tan sola como en lo mas profundo de una tumba.

Todo el día quejándome de todo y todos, rogando por vivir una vida que no fuera aquella, ser alguien que no fuera yo, y en la noche dejarme inconsciente hasta el punto de agonizar tanto que me sentía viva... Y a la mañana siguiente volver al ciclo. Claro, no todos los días era lo mismo, si fuese así quizás ya estuviera muerta. 

Venderle mi alma a los Monstruos solamente para tener lo que quería resulto siendo lo peor que pude haber hecho, aún así... ¿valió la pena todo esto? ¿valió la pena haber dejado mi insípida vida por la fama, el licor y el amor? Yo creo que sí.

No hacía nada de lo que necesitaba, llenarme de emociones, sentirme al borde de la muerte, sentirme amada, sentirme exitosa... esa era la medicina que yo necesitaba, sin embargo, habían contraindicaciones.

No iba a quedarme allí estancada como a las demás chicas que conocía, viviendo lo mismo, estudiando lo que sus padres les imponían y terminando cuidando a sus hijos y atendiendo a sus maridos. Yo quería mas que eso, no quería ser "un triunfo en la sociedad" y un fracaso en mi interior.

Perder la inocencia, vivir tus sueños, hacer lo que quieres, drogas, fama, sexo y alcohol hasta estar al borde de la muerte, se siente tan bien, sumamente excitante.

No me arrepiento de nada, de todas maneras Dios y yo no congeniábamos, sabía que de una u otra manera iba a parar en el infierno pero... al final de cuentas... ¿quien dice que está bien y que no?

domingo, 2 de septiembre de 2012

15 Cartas para Rashell.

Creí que no existía la perfección hasta que te escuché hablar. No es correcto, no está bien decir las palabras que dices, el simple hecho de oírte decir cosas simples me mata, ¿que puedo hacer? quizás estemos mejor de esta manera... Ahora dormir es algo difícil y despertar es casí imposible, todo está recordandome a ti. Yo no estoy bien, estoy sufriendo, es mejor que terminemos...

Hemos vivido estó en muchas vidas diferentes, hemos sido diferentes personas muchas ocasíones, intentamos llenar nuestros corazónes con una formula fatal de odio y amor, pero el momento está aquí y no hay vuelta a atrás.

Se que soy un tonto por dejarte huir, te persigo tan solo para escucharte decir que estas asustada y crees que estoy loco. Vivir estos días se está volviendo difícil, te veo sentada, completamente sola, estás helada, eres frágil, pero todo está bien. Los sentimientos nos han derrumbado y nos han dado una paliza, pero de todos modos... es como un paseo en una montaña rusa.

La ciudad se ve hermosa desde aquí, lastima que no pueda verla claramente, estando aquí contigo todo se ve difuso, es justamente estár al borde de la muerte... Estarémos bien, el cielo está limpio de miedos, aferrate a mi, perdamos la fé, caigamos en un abismo de miedo y odio.

Querida Rashell, cuando llegue el momento a lo largo del abismo y las luces se agoten, sabremos a donde pertenecíamos de verdad...

sábado, 1 de septiembre de 2012

Yo te amaré.

Algún día me gustaría enamorarme, enamorarme de verdad, sentir eso que muchas personas dicen es maravilloso, sentir eso tan inexplicable en el estomago (para muchos un vacío, para otros mariposas), tantas maneras como la describe la gente...

Pensar en esa persona siempre, considerar que es un pedazo de ti, sentir que te llena ese vacío, aferrarse a lo imposible, sentir ese torbellino de sentimientos que muchas veces no sabes lo que terminas sintiendo. Amar incondicionalmente, ver a esa persona como si fuera la imagen en la descripción de la palabra 'Perfección' en el diccionario, sentir que un beso te eleva mas allá de lo inalcanzable, y hasta de cierta manera sufrir...

Pienso que debe ser estupendo, aunque así como vendrá el enamoramiento vendrá el desamor, y aún así creo que estará bien recordar cada una de esas pequeñas pero significativas cosas de la relación y pensar en que valió la pena.

Pero como todo teniendo un limite de las cosas, no aferrarse a algo que es libre, no se puede pretender amarrar, por así decirlo, a una persona, porque al final nadie es de nadie, no somos ni de nosotros mismos. Solamente si termina, verlo como una experiencia maravillosa y recordar a esa persona como alguien que te hizo feliz y ocupo un puesto importante en tu vida.

Y quizás un día escribiré sobre como me fué :).

Apreciando la vida.

Se que esto es muy común y que tal vez ya lo has escuchado o leído de otra forma en otro lugar, pero quería plasmarlo porque es algo que llevaba pensando hace tiempo... 
 
Todo esto surgio la tarde de un día en el que estaba sentado en el mueble mientrás me comía rapidamente una Oreo, ya cuando di el ultimo bocado me di cuenta lo deliciosa que era y que no la disfruté como debía, así mas o menos es la vida. Nos la pasamos toda esta quejandonos de lo mal que nos va, de lo que no podemos lograr y varias veces nos aferramos a cosas que no son importantes de verdad. 

Pienso que hay que agradecer por cada cosa buena y mala que nos pasa, porque a pesar de todo las cosas malas que nos suceden nos hacen mas fuertes y son experiencias mas que vamos acumulando a lo largo de nuestra existencia. Agradecer por cada respiro, por cada vez que comemos, por cada vaso de agua, por cada paso que damos, por tener salud, por estár completos, por tener una familia, por tantas cosas que no disfrutamos por el hecho de estar dandonos mala vida por cosas que al final lo que hacen es llenar de amargura nuestra alma.

¿A quien agradecer?


Yo en lo personal no profeso ninguna religión, pero le doy las gracias a la vida misma por todo, por lo que me toca vivir día a día, cada día es un reto mas que afrontar, cosas que disfrutar.

Así que desde ese día empece a sonreirle mas a la vida, a disfrutar de esas pequeñas cosas que al final te das cuenta de que si eran importantes, porque ya cuando estás en el cuarto final de tu vida es donde te das cuenta de que no le diste relevancia a lo que debías y que pasaste tu vida quejandote en vez de haber disfrutado todo.