En la tierra de los Dioses y Monstruos yo era un ángel... viviendo en e jardín de la maldad... estaba confundida y algo asustada, lo tenía todo pero no recuerdo como llegué aquí, rodeada de tanta gente y tan sola como en lo mas profundo de una tumba.
Todo el día quejándome de todo y todos, rogando por vivir una vida que no fuera aquella, ser alguien que no fuera yo, y en la noche dejarme inconsciente hasta el punto de agonizar tanto que me sentía viva... Y a la mañana siguiente volver al ciclo. Claro, no todos los días era lo mismo, si fuese así quizás ya estuviera muerta.
Venderle mi alma a los Monstruos solamente para tener lo que quería resulto siendo lo peor que pude haber hecho, aún así... ¿valió la pena todo esto? ¿valió la pena haber dejado mi insípida vida por la fama, el licor y el amor? Yo creo que sí.
No hacía nada de lo que necesitaba, llenarme de emociones, sentirme al borde de la muerte, sentirme amada, sentirme exitosa... esa era la medicina que yo necesitaba, sin embargo, habían contraindicaciones.
No iba a quedarme allí estancada como a las demás chicas que conocía, viviendo lo mismo, estudiando lo que sus padres les imponían y terminando cuidando a sus hijos y atendiendo a sus maridos. Yo quería mas que eso, no quería ser "un triunfo en la sociedad" y un fracaso en mi interior.
Perder la inocencia, vivir tus sueños, hacer lo que quieres, drogas, fama, sexo y alcohol hasta estar al borde de la muerte, se siente tan bien, sumamente excitante.
No me arrepiento de nada, de todas maneras Dios y yo no congeniábamos, sabía que de una u otra manera iba a parar en el infierno pero... al final de cuentas... ¿quien dice que está bien y que no?